El Cántaro de Areguá: un proyecto de contenido sociocultural

13-03-2018

El Cántaro Escuela Popular es un espacio de intercambio socio cultural y ambiental, que trabaja de forma gratuita en la ciudad de Areguá desde hace 10 años, abrió sus puertas al ministro de la Secretaría Nacional de Cultura, Fernando Griffith, para exhibir el lugar donde contribuyen con el desarrollo de niños y jóvenes.

Joe Giménez, directora Cultural y Gustavo Díaz, coordinador de los Talleres Ambientales, recibieron muy agradecidos al secretario de Estado, por ser la primera autoridad cultural en llegar hasta su sede, y aprovecharon para mostrar el creativo centro comunitario, hecho con paredes de adobe, y botellas recicladas. En el recorrido contaron la historia de la Ecoescuela popular, así como de los talleres que realizan cada año, y la forma en que se construyó el novedoso local, que para levantar cada pared recibieron ayuda de los propios niños y de sus padres.

“El eje de nuestra escuela es la reciprocidad y buscamos despertar la conciencia para proteger la cultura y el medio ambiente”, expresó Gustavo Díaz.

Joe Giménez refirió que ya realizaron varios viajes al exterior para exponer acerca de la experiencia de este espacio cultural y lo que implica la sustentabilidad del proyecto. En tanto, a nivel nacional indicó que en setiembre realizarán el II Encuentro de Cultura Comunitaria, ocasión en que intercambiarán experiencias de trabajo desde la cultura comunitaria, donde la base es la misma gente.

Por su parte, el ministro Griffith, alentó a seguir con el emprendimiento sociocultural, teniendo en cuenta, que se trata de un centro comunitario que contiene mucho mensaje y contenido social y cultural. “La sociedad gana, las familias ganan por que enseñan a los niños a expresarse, a pensar y a desarrollar sus talentos; ya que ellos son los padres y madres de las generaciones futuras”.

Valoró el rescate cultural al utilizar varias técnicas para la construcción de paredes de adobe. “Es muy importante lo que enseñan, ya que es lo que utilizaban nuestros antepasados para hacer sus casas”.  “Areguá es una mina de oro desde lo cultural; el arte nos une, este lugar brilla porque es una experiencia que no la había visto de esta forma”, concluyó.