Consulta Regional de la UNESCO: ministro de Cultura presentó avances en materia de diversidad y destacó la importancia de colocar a la cultura como eje central del desarrollo

14-02-2022

Con la participación del ministro de Cultura, Rubén Capdevila, se realizó este lunes la primera jornada virtual de la Consulta Regional en América Latina y el Caribe, para la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible MONDIACULT 2022, organizada a partir de cuatro ejes: Cultura para la Paz; Diversidad como la mayor riqueza de la humanidad; Valorización del patrimonio cultural como bien de la humanidad y Defensa y ejercicio de los derechos culturales y libertad creativa.

El objetivo de las consultas regionales es captar las tendencias nacionales y regionales de las políticas culturales, identificar vías de reflexión, apoyar la inclusión de la cultura en los procesos regionales y preparar el camino para la identificación de un conjunto de prioridades que podría informar la declaración final de MONDIACULT.

El ministro Capdevila participó de la Mesa 2: que abordó el Apoyo a la diversidad cultural y lingüística para los derechos individuales y colectivos. Durante su intervención, destacó la pluriculturalidad de Paraguay, la valiosa herencia de la cual es portadora la región y los esfuerzos por salvaguardar el riquísimo y profundo acervo culturalinmaterial del que son portadores los pueblos originarios, los artesanos y artesanas y los grupos culturales minoritarios, entre otros.

“En nuestro país hemos iniciado una campaña interministerial, para salvaguardar estas expresiones. La reciente aprobación de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural nos ha permitido la incorporación de mecanismos que protejan al patrimonio cultural. Sin embargo, es necesario acrecentar los recursos disponibles para ello”.

Además, se refirió a la situación generada por la pandemia de Covid-19 que ha afectado los programas vinculados a la protección y promoción del patrimonio cultural, que precisan el acompañamiento de organismos internacionales como la UNESCO y al apoyo imperioso cuando idiomas como el del pueblo Manjui, ceremonias como las de los Paî Tavyterâ, o técnicas artesanales como las del poncho para’i de Piribebuy se encuentran en peligro de extinción.

Asimismo, indicó que la pandemia ha impuesto desafíos en la definición de las políticas culturales que permiten garantizar el acceso y la participación ciudadana en la vida cultural, así como el respeto y la promoción de los procesos culturales y la protección del patrimonio cultural.

Al respecto, debo mencionar que nuestro país ha impulsado y fortalecido en este tiempo la articulación conlos agentes culturales de la sociedad civil, la academia y el sector privado, que asumieron un rol protagónico en la construcción participativa de las políticas públicas del sector para hacer frente a la crisis”.

Enfatizó también en la creación del registro nacional de artistas, gestores y organizaciones culturales, Téra, de modo a identificar estos agentes y considerar su contribución al desarrollo en los distintos territorios a nivel nacional.

“En cuanto al desarrollo de la economía cultural y creativa, vemos necesaria la construcción de indicadores a nivel local, por sectores, que permitan visibilizar la contribución económica y social de las actividades culturales para el desarrollo territorial, y de esta manera consolidar la dimensión cultural del desarrollo, que permita destinar mayores recursos a la cultura desde los gobiernos locales y el sector privado, y con ello aumentar y descentralizar la inversión pública en nuestro sector, para así fortalecer la gobernanza de la cultura. El gran desafío es colocar a la cultura como el eje central del desarrollo”.

En tiempos en los que se desafía a los enfoques novedosos, consideró importante iniciar un debate profundo respecto a la relación entre cultura y educación, cuyos modelos actuales están siendo sometidos a duras pruebas para dar respuesta a los complejos escenarios que transitan estudiantes de todos los niveles educativos y desde las profundas transformaciones que las nuevas generaciones están sufriendo.

Por último, indicó que para lograr objetivos como abordar la educación desde una perspectiva cultural, mejorar las asignaciones presupuestarias para la educación desde la cultura y el reconocimiento de la diversidad cultural y su protección en el ámbito educativo, la “UNESCO podría impulsar este debate, que trasciende fronteras y puede abrir nuevos escenarios para el desarrollo”.

Del encuentro virtual participaron representantes de Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Cuba, Dominica, Grenada, Guadalupe, Haití, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes, Jamaica, Martinica, Puerto Rico, República Dominicana, San Bartolomé, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Suriname, Uruguay, Venezuela y México.