Rinden homenaje al creador de la Guarania

28-08-2014

En el marco de la Semana de la Guarania y del 110 aniversario del nacimiento del músico y compositor paraguayo José Asunción Flores, la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), el Ateneo Cultural José Asunción Flores y la Mesa de Memoria Histórica organizan un homenaje hoy 28 de agosto, a las 19, en la sede del Archivo Nacional de Asunción (Mcal. Estigarribia esq. Iturbe).  El acceso es libre y gratuito.

En la ocasión se presentará un fragmento de la obra de teatro Flores de la Chacarita de Raquel Rojas. Se trata de la escena de despedida de Flores de Punta Karapä, interpretada por Jorge Leguizamón, Félix Colmán y Ramiro Serrato, del Camarín Teatral de Asunción.

Seguidamente se realizará el Conversatorio sobre el legado del Maestro José Asunción Flores, del cual participarán Gilberto Rivarola, Alcibiades González Delvalle, Emilio Camacho, Liz Fernández Casabianca y Juan Carlos Dos Santos. La coordinación del panel estará a cargo de Antonio Pecci.

Como cierre se presentará el Grupo de Cámara de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), dirigida por el maestro Juan Carlos Dos Santos.

Sobre el maestro Flores

Nacido en el barrio de la Chacarita de Asunción el 27 de agosto de 1904, José Asunción Flores fue hijo de Magdalena Flores, vendedora del Mercado Guasu y lavandera. El nombre de Asunción se lo puso en honor a la capital paraguaya, pues su verdadero nombre era José Agustín Flores.

El propio Flores refiere que a la edad de 11 años, su historia musical empezó robando un pedazo de pan de un negocio de las cercanías de la parroquia de San Roque. Eso hizo que fuera llevado a una comisaría y de allí en carácter de aprendiz -como castigo- a la Banda de Música de la Policía de la Capital. Fue estudiante de composición de Félix Fernández y del director Salvador Déntice en el Instituto Paraguayo. Flores egresa en el año 1932 como profesor elemental de violín en el Ateneo Paraguayo (entonces llamado Gimnasio Paraguayo), bajo la dirección de Fernando Centurión y Zayas.

En 1925, después de experimentar diferentes arreglos con la vieja composición paraguaya Maerãpa reikuaase, empezó a trabajar en el nuevo género musical al que llamó Guarania, surgida desde una necesidad que llevó a interpretar exactamente el sentir paraguayo. Su primer tema fue Jejui.

En 1928 se encuentra con el poeta guaireño Manuel Ortíz Guerrero. Después de componer juntos dos trabajos, crean las tres más bellas guaranias que se conocen hasta hoy, India, Cerro Corá y Panambi Vera.

En 1932 se enrola para servir en el ejército paraguayo en la Guerra del Chaco, combatiendo en el frente de batalla como sirviente de pieza de una ametralladora pesada en Boquerón, al mando del capitán Luis Vallejos. Luego del conflicto armado, la inestabilidad política en Paraguay hace que Flores se mude a Buenos Aires, Argentina. Mientras vive allí, sus temas se difunden en todo el Paraguay y el género de su creación se convierte en éxito, confirmando la originalidad y creatividad de su trabajo.

El 24 de julio de 1944 la canción India fue decretada por el gobierno paraguayo como “canción nacional”.

En Buenos Aires, Flores también trabajó con música clásica y compuso doce sinfonías. Llegó a grabar muchas de sus composiciones en Moscú, con los más grandes directores y músicos soviéticos. Desde la filas del perseguido y salvajemente reprimido Partido Comunista Paraguayo, Flores fue un hombre comprometido con la militancia.

Ne rendá pe aju es, inequívocamente, la máxima expresión amatoria en la música popular paraguaya. Pertenece también a Manuel Ortíz Guerrero y fue dedicada a Iluminada Arias, una bella guaireña de la época en que fue escrita. La canción se estrenó, como no podía ser de otra manera, en una serenata que tuvo un final trágico.

Ocurrió que el celoso padre de la homenajeada, ofuscado por oscuros sentimientos, disparó sobre el cantor, un hombre de apellido Barboza, a quien hirió de muerte.

A esto se debe que Flores incluyera en el final una auténtica marcha fúnebre y la imploración “Santa María”, que se escucha dos veces en la versión sinfónica, pues estas dos palabras, una manera tan paraguaya de enfrentar momentos de dolor y desazón, habían sido pronunciadas por el propio maestro a poco del suceso.

Debido a la excelencia de su música y a las contribuciones a la música del Paraguay y a su cultura, Flores fue galardonado con la Orden Nacional al Mérito, en 1949. Sin embargo, decide no aceptar la distinción en protesta por el asesinato del estudiante Mariano Roque Alonso, en una manifestación contra el gobierno. Debido a ello, fue tratado como “traidor a la Patria” por el gobierno. Luego, cuando Alfredo Stroessner asumió como presidente, a Flores se le negó el retorno al Paraguay.

Así fue como vivió exiliado y se le impidió, aun ya enfermo, cumplir el deseo de pisar su país y abrazar a su gente antes de morir. Lo único que se permitió fue que sus creaciones se siguieran escuchando en radio.

Flores falleció en Buenos Aires, en 1972. En 1991, sus restos retornaron al camino eterno del Paraguay. Hoy reposan junto a los de su amigo Manuel Ortíz Guerrero, en la plaza de Asunción que lleva el nombre de ambos creadores.